La era de Carlos Salinas de Gortari como presidente de la República no finalizó con su mandato, su influencia persiste hasta nuestros días con la permanencia de cinco líderes sindicales que juntos agrupan a millones de trabajadores del país.

 



Por: Lucía Calderón

CDMX- Las estructuras de cinco sindicatos nacionales son inamovibles desde hace más de dos décadas, son los rescoldos del salinismo, cuyos dirigentes se aferran al poder y a los millones de pesos de que disponen gracias a sus miles de agremiados.

La era de Carlos Salinas de Gortari como presidente de la República no finalizó con su mandato, su influencia persiste hasta nuestros días con la permanencia de cinco líderes sindicales que juntos agrupan a millones de trabajadores del país, y con ellos las cuotas y beneficios económicos que los líderes manejan a su antojo.

Las acciones emprendidas recientemente contra dos de esos sempiternos líderes gremiales, Víctor Félix Flores Morales y Carlos Antonio Romero Deschamps, por parte de la Secretaría de Hacienda, pone en la mira a aquellos que han ostentado el control de las agrupaciones por más de 20 años y obliga a cuestionar su trabajo en favor de sus representados.

La historia alude a Alfonso Ochoa Partida, exdirigente ferrocarrilero, quien tomó por fuerza elpoder durante el sexenio de Miguel Alemán; practicaba la charrería y de ahí se tomó el término que derivó en líder charro, el charrismo en el sindicalismo mexicano es sinónimo de traición a los trabajadores. La escritora Elena Poniatowska, en su obra "El tren pasa primero", alude a este adjetivo.

Se trata de hombres formados en el más puro estilo priista, con un control de sus organizaciones que no da margen a la disidencia, uno de los casos más paradigmáticos es Francisco Hernández Juárez, quien desde 1976 es secretario General del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM).

A Hernández Juárez la privatización de Teléfonos de México, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, lo reforzó en la dirigencia sindical. Este secretario general pudiera rebasar a Fidel Velázquez, exdirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien duró 47 años en el cargo de manera ininterrumpida.

El sindicato de telefonistas agrupa aproximadamente 30 mil trabajadores en activo, aunque suma 50 mil agregándole los jubilados. En su segundo informe de actividades publicado en la página oficial en septiembre de 2018, la tesorera María Luisa Cerda Montalvo informó que los ingresos totales de esta agrupación sindical sumaron 942 millones 689 mil 787.94 pesos, los que distribuyen en diversos rubros.

El líder de los telefonistas mantiene un perfil público bajo, pero ha enfrentado señalamientos de trabajadores que no están de acuerdo con el manejo de la Caja de Ahorro que genera millones de pesos anualmente.

El que le sigue en longevidad es Víctor Félix Flores Morales, quien desde 1995 dirige el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), que agrupa a 30 mil trabajadores y tiene bajo su control discrecional un fondo de 13 mil 500 millones de pesos.

A este dirigente sindical recientemente se le cuestionó el manejo de los recursos que pertenecen a los ferrocarrileros; “este dinero es dinero del pueblo, nosotros le hemos dicho a Andrés Manuel, no puede persistir esto, ya basta”, declaró a diversos medios Juan José Calixto Rodríguez, de la Federación de Ferrocarrileros Jubilados.

Recorte de asignaciones sindicales

Ricardo Rodríguez Vargas, titular del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), informó que desde el 18 de marzo ya no le entregó a la dirigencia sindical un millón 547 mil pesos por gastos de administración del FerronalesJub, el fideicomiso para los ferrocarrileros jubilados.

“Con esta medida se generan ahorros de 18 millones de pesos al año”, dijo el funcionario. Y se eliminó la retención de una cuota sindical del uno por ciento de la pensión de los extrabajadores ferrocarrileros a partir del 30 de abril de 2019, detallan en el portal RS Gaceta Reivindicación Sindical.

El sindicato ferrocarrilero recibió durante el gobierno de Enrique Peña Nieto poco más de 111 millones de pesos por gastos de administración del fideicomiso de los jubilados, durante la administración de López Obrador la cifra se desplomó a tres millones de pesos.

En el caso de Carlos Romero Deschamps, quien desde 1996 está al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), es la Secretaría de Hacienda la que inició investigaciones en su contra, se le señalan sus propiedades y estilo lujoso de vida familiar que no corresponde a sus ingresos como trabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex).

El STPRM agrupa a más de 156 mil trabajadores y maneja discrecionalmente millonarios recursos. En el enlace de Notimex se detalla su meteórico ascenso económico que comenzó como trabajador petrolero eventual a dirigente de uno de los sindicatos más poderosos de Latinoamérica. http://www.notimex.gob.mx/ntxnota/724452/romero-deschamps-el-pol%C3%A9mico-y-millonario-l%C3%ADder-sindical

Víctor Fuentes del Villar, desde 1996 es secretario del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM). Según el portal del sindicato, tiene 57 mil 910 afiliados. Su tío, Leonardo Rodríguez Alcaine, lo nombra secretario del Trabajo del SUTERM. A la muerte de éste, en el 2005, asume la dirigencia nacional.

Este líder ha sido sujeto a investigaciones, una por parte del periódico El Universal, cuando solicitó en 2009 al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) información sobre cuotas sindicales y beneficios para esta organización.

“Obtiene anualmente 343.2 millones de pesos, entre cuotas sindicales y beneficios alcanzados contractualmente, de los cuales 157 millones de pesos anuales (sólo por concepto de cuotas sindicales), se desconoce su destino final y los bancos en que se efectúa los depósitos, ´toda vez que la Ley Federal del Trabajo le impide intervenir en asuntos sindicales´, argumenta la CFE” (Comisión Federal de Electricidad).

Fuentes del Villar es otro de los dirigentes, cuyos ingresos como trabajador y líder sindical no corresponden a su nivel de vida, según refieren diversos medios, aunque conserva su casa de cuando se casó en Planta de las Cruces número 9, la colonia Electra de Tlalnepantla; además tiene otra propiedad en Bosque del Real, en la Ciudad de México.

En agosto de 2009, su esposa compró un departamento de lujo en el centro comercial y habitacional Reforma 222. En 2013 compró un Audi A8L 2013, con valor de dos millones de pesos. Y en junio adquirió un auto Infiniti Q70 modelo 2016, con un precio de 949 mil 900 pesos.

Otro dirigente es Joel Ayala, quien desde 1998 es secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE). Se calcula que representa a un millón y medio de burócratas, sus ingresos alcanzan 15 millones de dólares, según el portal Sin Embargo.

El originario de San Luis Río Colorado, Sonora, “tiene cinco casas en la capital del país, un penthouse en la colonia Condesa, una casa en Acapulco, Guerrero; un departamento en San Diego, California, y casas en Tijuana, Baja California. Es propietario de un jet privado, autos deportivos y una cuadra de ocho caballos pura sangre”. Propiedades que no encajan con sus ingresos como dirigente sindical.

El sindicalismo mexicano es cosa de hombres

La presencia de las mujeres como lideresas de sindicatos en México sigue estando en desventaja ante la mayoría masculina. Uno de los más claros ejemplos es el listado de sindicatos adscritos a dependencias federales.

De 154 sindicatos enlistados en el Registro Oficial de Sindicatos, sólo 39 son encabezados por mujeres. La supremacía masculina en este campo que agrupa la fuerza laboral del país, demuestra la escasa representación que tiene el género femenino en este rubro.

La única mujer que ha tenido un papel relevante en la vida sindical de México fue Elba Esther Gordillo, quien encabezó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde el sexenio de Salinas de Gortari, quien la instaló en sustitución de Carlos Jonguitud Barrios, concluyendo su dirigencia de manera abrupta cuando es encarcelada en el sexenio de Enrique Peña Nieto. (Notimex)