"No puede un grupo de 21 personas, que es la mayoría que votó a favor de esta reforma, no puede sustituir a una elección, a la voluntad expresada por miles de ciudadanos, sin consulta previa", dijo Cuauhtémoc Cárdenas.

CDMX.- El líder moral de la izquierda en México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano pidió al gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla, que rechace la reforma que fue aprobada por 21 diputados del estado, la cual le permitiría ampliar su tiempo como mandatario de dos a cinco años.

“No puede un grupo de 21 personas, que es la mayoría que votó a favor de esta reforma, no puede sustituir a una elección, a la voluntad expresada por miles de ciudadanos, sin consulta previa; pasando por encima de cualquier procedimiento que pudiera considerarse democrático”, destacó Cárdenas Solórzano en entrevista para el Grupo Formula, y previamente en una columna que se manejó en el el periódico de circulación nacional La Jornada. 

En ese sentido, el hijo del general Lázaro Cárdenas, criticó el argumento de los legisladores de que la reforma expresa el deseo de los bajacalifornianos, además de que le ahorra dinero al gobierno; “es grabe que traten de interpretar el sentir, seguramente se tropezaron con sus familiares y les preguntaron qué les parecía si nos prolongamos el mandato de tres a seis a ocho a 100 años”. 

El también dos veces candidato presidencial escribió en La Jornada que fue una maniobra sucia la aprobación de la reforma al Octavo Transitorio Constitucional, solicitada por el diputado local de Morena, Víctor Morán. 

“Ha sido no sólo una maniobra sucia, sino que 21 diputados, en una sesión legislativa convocada al vapor y que puede decirse realizada en lo oscurito, están pretendiendo sustituir el mandato surgido de una elección democrática, declarada legal por la autoridad correspondiente”, mencionó en el texto. 

Asimismo, y tras asegurar que con esta modificación se atropella la voluntad ciudadana, se rompe el orden republicano y se lesiona gravemente la incipiente democracia mexicana, Cárdenas destacó que si cobra vida esta reforma “sólo hay un beneficiado: el senador con licencia Jaime Bonilla, gobernador electo de Baja California. Aunque, claro, no puede sino pensarse (¿será?) que los 21 diputados son beneficiarios igualmente al haberse llenado ya manos y bolsillos”. 

Por ello, Cárdenas aseguró que, si hubiese moral y no estuviese detrás de la maniobra, que el senador con licencia y gobernador electo Jaime Bonilla declare públicamente su rechazo a la reforma y su compromiso de cumplir el periodo de dos años para el que fue elegido. 

De igual forma, propuso “que abandonen sus cargos los 21 legisladores locales que votaron aprobando la reforma, sean políticos y, en su caso, penalmente sancionados, y sean ya sustituidos por sus respectivos suplentes”. 

Así como la intervención del Senado para restablecer el orden republicano y democrático en Baja California y que los partidos políticos a los que pertenecen los diputados sean sancionados de acuerdo con sus respectivos estatutos. 

“Si esta reforma que amplía el mandato de un gobernador no se echa abajo, tanto en la ley como en la práctica, se estaría creando un grave antecedente para nuestra vida republicana y democrática”, resaltó el político mexicano, quien precisó que lo que han hecho los 21 diputados del Congreso bajacaliforniano no representa un mal menor.  

“Cualquier mayoría legislativa, debidamente preparada para ello, podría votar la prolongación o acortamiento de mandatos de mandatarios en funciones o por entrar en funciones, escribió el ex gobernante de la Ciudad de México, haciendo una referencia al dinero que los legisladores pueden recibir ante estas cuestiones” 

“Muy grave me parece que un miembro del partido mayoritario en Baja California, como el senador con licencia y gobernador electo Jaime Bonilla, pudiera prestarse a ser el beneficiario de una medida así. Muy grave me parece que la presidenta del partido mayoritario del país, que proclama la vigencia del estado de derecho y el riguroso cumplimiento de la ley, considere que prolongar por tres años el mandato del gobernador electo de Baja California es una decisión intrascendente, de cajón, de un Congreso local, como pudiera haber sido cualquier otra. La inocencia no es creíble en este caso”. 

Finalmente, dijo que el mandato de una elección democrática debe ser inamovible.