Los más de mil 200 homicidios y la creciente molestia de la tropa motivaron la decisión del alcalde

Por Alberto Sarmiento Reyes



Los más de mil 200 homicidios en lo que va del año y, en general, las cifras que reflejan la escalada en los índices delictivos en los últimos diez meses, fueron elementos de mucho peso para que empezaran los movimientos al interior de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en la que aún tiene como titular a Marco Antonio Sotomayor Amezcua.



Y como era de esperarse, el hilo se rompe por lo más delgado, y ese era Luis Felipe Chan Baltazar, quien anoche dejó la Dirección de Policía Municipal de Tijuana.



Y la orden vino desde la principal oficina de Palacio Municipal. Fue el alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro quien decidió que la seguridad sí es tema, optó por pedirle la renuncia a quien era el segundo hombre fuerte en la SSPM y que tuvo por diez meses la responsabilidad en la parte operativa.



Realmente no había forma de defender la permanencia de Luis Chan al frente de la Policía Municipal, aunque tampoco se había dado una exigencia mayor por parte de los empresarios u organismos de la sociedad civil en contra del jefe policiaco o del titular de la SSPM.



Apenas en agosto pasado, cuando se produjo un asalto en el restaurante La Espadaña, los restauranteros organizados y luego el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en pleno, alzaron la voz para lanzar un “Ya basta” en contra de la violencia e inseguridad.



Pero las muertes violentas siguen registrándose con escalofriante naturalidad. De los cuatro o tres homicidios al día, en las semanas recientes ha escalado a la aterradora cifra de seis o más, en una jornada sumaron once las personas asesinadas.



Es imposible permanecer impávido ante esa situación y el alcalde finalmente decidió actuar.



De momento, ha designado encargado de despacho al comandante Mario Martínez Martínez, solo resta esperar que, si esa es su carta definitiva, sea ratificado a la brevedad.



Porque no vaya a repetir la historia de su antecesor, el doctor Jorge Astiazarpan Orci, quien designó a José Luis López Medina encargado de despacho de la SSPM por espacio de más de un año.



Las consecuencias de esa absurda decisión son en parte la raíz del grave problema de inseguridad que prevalece en Tijuana y la falta de liderazgo al interior de la policía municipal de esta ciudad.



Desde hace más de cuatro años, el divorcio entre la tropa y los altos mandos que ha tenido tanto la SSPM como la Policía Municipal ha sido evidente.



Con la llegada de Marco Sotomayor, en el ánimo de la tropa es que la Policía Estatal Preventiva (PEP) ha tenido una grande influencia y ello ha derivado en celos profesionales que se reflejan en la operatividad. 



El malestar de la tropa ha ido creciendo y Luis Chan era el blanco de esa inconformidad. 



La designación de Santana Octavo Martínez García, un ex militar y policía estatal preventivo como titular de la Unidad de Inteligencia, también generó molestia que fue creciendo conforme se evidenciaban los pobres resultados de su labor.



Apenas hace un par de semanas, Marco Sotomayor nombró a Omar Green como nuevo Subdirector Operativo, con pobre y hasta gris historial en su paso como Director de la Policía.



De Luis Chan se le reconoce su dedicación y ejercicio sin mancha, por ello es que en su cese la SSPM, mediante un comunicado, que no suscribió Marco Sotomayor, se destaca que durante el ejercicio del ahora ex director se lograron capturar a más de 74 presuntos homicidas, 28 objetivos específicos del Grupo de Coordinación Baja California, 386 personas fueron detenidas con armas de fuego, 592 armas fueron decomisadas y fueron cumplimentadas 587 órdenes de aprehensión, entre otros resultados relevantes.



Sin embargo, esas cifras fueron aplastadas por las más mil 200 muertes violentas en lo que va del año y por la creciente molestia de la tropa.