SACRAMENTO.- La defensa de Naasón Joaquín García, líder de La Luz del Mundo, advirtió que interpondrá una queja contra Xavier Becerra, fiscal general de California, al que acusa de afectar la presunción de inocencia de su cliente.

El fiscal Becerra calificó a Joaquín García de "persona demente" la semana pasada, cuando en conferencia de prensa dio pormenores de su arresto y los cargos de los que se le acusa junto con tres mujeres, dos de ellas presas al igual que él.

Según el canal de televisión KRCA, retomado por la agencia EFE, los nuevos abogados del detenido, Ken Rosenfeld y Allen Sawyer, pidieron se investigue al fiscal general del Estado, Xavier Becerra.

Específicamente, Rosenfeld subrayó que las declaraciones del fiscal general de California "pudieron contaminar a un potencial jurado".

“Esto no es estar enfermo, es demente”, dijo Becerra en la conferencia de prensa de la semana pasada. “Está enfermo. No me importa cómo lo llame, él cometió crímenes y vamos a demostrarlo”.

“Eso no se le hace a niños; eso no se le hace a adultos. No te puedes ocultar detrás de una secta religiosa. No puedes actuar como si esto fuera algo que la gente hace todo el tiempo. Es enfermo”, insistió.

Jugar con la mente de una persona, de una familia de unos padres de niños, de niñas de 14 años es eso para mí, ese no es un líder religioso, es una persona… pero más que enfermo, esto no es estar enfermo, es estar demente, declaró entonces Becerra.

Naasón Jaoquín García, líder de La Luz del Mundo, enfrenta cargos por explotar a niños, tener relaciones sexuales con niños, violar mujeres e intento de trata de personas. Se presentó el lunes por segunda ocasión ante un tribunal en Estados Unidos.

Joaquín García y las dos mujeres detenidas la semana pasada junto con él en el aeropuerto de Los Ángeles, regresarán al tribunal el próximo 21 de junio, cuando se celebrará una audiencia para revisar si se les concede la libertad bajo fianza. La fianza para el líder de la Luz del Mundo está fijada en 50 millones de dólares.

Sus abogados también pidieron al juez Francis Bennett, encargado del caso, que no permita a los medios de comunicación el acceso a las audiencias, aduciendo que la publicidad del caso afectaría "la capacidad de su cliente para tener un juicio justo".

La petición fue negada por el magistrado, así como una solicitud para que los acusados comparecieran con ropa de civil en lugar de la indumentaria que portan en la cárcel.